sábado, 9 de abril de 2011

...

¿Por qué te fuiste?¿Por qué entonces si?¿Qué sentiste?¿En qué lugar las caricias y las palabras perdieron su significado?

Se me amontonan las preguntas y ahora que el alcohol me embriaga me aprietan cada vez más fuerte hasta casi cortar mi respiración. Se que debo mirar adelante y, pongo por testigo a mi memoria, que lo intento a cada minuto, a cada segundo y a cada instante. Pero no puedo evitarlo, mi cama está llena del olor de la derrota, de las inquilinas que dejaron como finiquito sus últimas caricias y algunas briznas de su olor. Hace tiempo asumí que la mitad de las caricias eran las mismas qué le dedicas a un gato o un perro, del restante, buena parte obedecían a la condescendencia y otra buena parte al egoismo que esperaba las mismas caricias. Se que los labios que hoy me bendicen con su opinión y sus actos mañana serán mis verdugos pero he nacido para amar. Creo en el amor como la mayor de las fuerzas, como la mayor de las mentiras, como el Dios más palpable y tangible. Creo en el amor por encima de todas las cosas, de fraudes y reproches, de canciones y poesías, de caricias y fantasías. Creo en el amor porque lo he experimentado y lo experimento en cada uno de mis putos suspiros que se me escapan(cada vez menos) sin proponermelo.

viernes, 8 de abril de 2011

La meme chose

Me canso de mi, me aburro del espejo, estoy harto de salir y ver las mismas caras con sus sonrisas de quita y pon. Estoy harto de personalidades poseidas por el despecho, la ignorancia, el alcohol y el interés. No quiero ni un beso más que no sea sentido ni un abrazo en el que no sienta que podría desvanecerme sin llegar a caer al suelo.

Por eso, he de partir y encontrar la verdadera libertad donde no tenga nada que perder.

domingo, 3 de abril de 2011

Nu

Si me miras, me desnudas, me siento tan frágil ante tí... Creo que podrías atravesarme con tu mirada, con esos inmensos ojos que tantas cosas esconden en su oscuridad, con tu pasión, con tu energía y con esos besos que me atrapan. Perdóname si tiemblo o si estoy nervioso pero fueron demasiadas las noches y los días en que no olvidé soñarte, soñar con este momento.

Tu respiración, tu sudor, las cosquillas de tu pelo rozando con mi cara en la cama me hacen sentir vivo, más vivo que nunca y, precisamente por eso, también tengo más miedo que nunca. No importa que me des la espalda, ya no tiene solución y ahora tengo pánico a echarte de menos, a que la memoria me juegue una mala pasada y me haga olvidar tus curvas, tu sonrisa, tu gesto tan dulce y lo maravillosamente especial que me siento cuando me miras, el sonido de tu voz y esas pequeñas palabras "raras" que sabes que me hacen tanta gracia.

No quiero olvidarme del tacto de tu piel en el que, durante unas horas encontré un Eden donde matar a la soledad y donde olvidar el mundo. Prometo recordar siempre el camino que conduce a tu ombligo y he hecho una copia del mapa de las pequitas de tu piel para encontrarme siempre. Quiero cerrar los ojos y siempre tener frente a mi tu sonrisa y tus besos furtivos, los que te robo y los que me robas.

Por todas estas cosas me siento desnudo. Todavía no te has ido y ya estoy echándote de menos, lo siento mucho, intenté evitarlo pero no logré impedir que una parte de ti se colara en mi. Nunca te olvidaré y por eso siempre me sentiré desnudo contigo. A veces para conseguir una sonrisa es necesario derramar unas cuantas lágrimas y yo estoy dispuesto a hacerlo porque es el más justo de los precios.

Sergio, a 3-IV-2011

martes, 22 de marzo de 2011

II

El mundo se divide entre los que creen que el amor crece poco a poco y los que saben que el amor verdadero es el que nace salvaje y peligrosamente, sin avisar. Un terremoto de pasión que te anega y anula impidiéndote pensar o mover un pie sin pensar en ella, en la pólvora que ha hecho saltar por los aires tu hasta entonces anodina existencia. Es el momento en que puedes descubrir como vivir no es solo dejar pasar los días y respirar por inercia.

sábado, 19 de marzo de 2011

Arañando el cielo

No creo que me hayas dejado de querer pero aprender a odiarme es, sin duda, mucho más sencillo, llevadero y práctico. Yo no creía en el amor... a decir verdad no creía en nada, y tú rebosabas inocencia y ganas de amar y sentirte amada. Y poquito a poco, con cariño y dedicación hiciste de mi un Quijote que encontró en ti a su Dulcinea, a su eterna aunque siempre utópica compañera de la vida. Nunca me atreví a decir en público como imaginaba que serías antes de conocerte. Después de todo era demasiado irreal incluso para mi. Aquel era un momento dificil, sabía que tenía que madurar y dejar de creer en los sueños imposibles pero justo en ese preciso momento te apoderaste de mi ser y mi vida como eso, como un sueño imposible que siempre iba un paso por delante. Alguien que cumplía cada uno de mis anhelos incluso antes de desearlos. Una bendita locura de la que, constantemente, temía despertar. Y de este modo supe que tu piel era el lugar más alto y más acogedor al que nunca llegaría, mi hogar. Tus pequitas sus estrellas y tu pálida y delicada tez el sitio en el que refugiarme, en el que descansar y esconderme. Mi pequeño mundo, mi vuelta al vientre materno.

Cada noche me duele no olerte, echo de menos enmarañarme en tu pelo y resbalarme en tu piel, tus carnes tan duras y tus traicioneras curvas en las que perdí, a fin de cuentas, la vida. Echo de menos sentir la música como la sentía cerca de ti...todo sonaba tan bien. Echo de menos salir contigo y creer cada mañana que esa había sido la mejor noche de mi vida. Echo de menos tu letra de niña y tus dibujos de Barbies siliconadas y rubísimas con corset y zapatos rojos. Echo de menos meter en dedo en el hueco que los corsets hacian en tu espalda y echo de menos la curiosa forma de tu espalda. Echo de menos tus regalos tan perfectos. Echo de menos besar tus ojos cuando llorabas pues, aunque llorabas, estaba ahi para consolarte. Echo de menos sudar por dormir con tu cabezita sobre mi pecho.

Echo de menos sentirte con mis cinco sentidos y embriagarme de ti hasta reventar.